Para los niños que comienzan sus primeras clases de natación existirán beneficios que durarán toda la vida. Chapotear y moverse dentro del agua abre un mundo nuevo a los pequeños y les permite descubrir una actividad divertida y saludable.
Moverse en el medio acuático involucra al cuerpo y al cerebro de una manera completamente única, creando miles de millones de nuevas neuronas a medida que el niño patea, se desliza y golpea el agua realizando movimientos que son imposibles en tierra.
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Según estudios, no se debe esperar demasiado para introducir a su bebé en la piscina. Los niños que comienzan más tarde, tienden a ser más temerosos y negativos hacia la natación. Los niños más pequeños son menos reticentes a flotar sobre sus espaldas, lo cual es una habilidad muy conveniente de adquirir para su seguridad.
A continuación un resumen sobre los beneficios potenciales de la actividad acuática.
1. La natación puede mejorar el funcionamiento cognitivo y la interacción social.
Los movimientos bilaterales de patrones cruzados ayudan a que el cerebro crezca. Estos movimientos crean nuevas neuronas en todo el cerebro, pero especialmente en el cuerpo calloso. Esto facilita la comunicación, la retroalimentación y la modulación de un lado del cerebro con el otro. En el futuro, esto puede potenciar:
• Habilidades de lectura
• Desarrollo del lenguaje
• Aprendizaje académico
• Conciencia espacial
Cuando están nadando, los niños mueven los brazos mientras patean con sus piernas. Al completar estas acciones sus cerebros están experimentando la sensación táctil del agua en su cuerpo junto a la resistencia del medio. Esto los ayudará a crear reacciones y conexiones intuitivas que les permiten generar nuevas habilidades motoras y coordinativas.
Mientras nadan junto a otros niños, sus hijos desarrollarán un valioso contacto social que les ayudará en su interacción con los demás. Así sus hijos se involucran en una actividad grupal y se relacionan con otros niños que tienen intereses similares. Por lo tanto, la natación es una actividad deportiva y social que les permite conocer otros niños y hacer nuevos amigos.
Un estudio de cuatro años de más de 7,000 niños realizado por la Universidad Griffith en Australia, sugirió que los niños que practican natación aventajan en el desarrollo físico y mental a sus compañeros que no nadan. Sin embargo, los hallazgos del estudio fueron solo una asociación y no una evidencia firme. Se necesita más investigación para explorar y confirmar este beneficio potencial.
2. El tiempo empleado en clases de natación puede reducir el riesgo de ahogamiento.
Las clases de natación pueden reducir el riesgo de ahogamiento en niños mayores de 4 años. También pueden reducir el riesgo en niños de 1 a 4 años, pero la evidencia no es lo suficientemente fuerte como para afirmarlo con certeza. Es importante tener en cuenta las clases de natación no reducen el riesgo de ahogamiento en niños menores de 1 año.
Según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), el ahogamiento es una de las principales causas de muerte entre niños pequeños. La mayoría de estos ahogamientos de niños menores de 4 años ocurren en piscinas del hogar. Si tienes una piscina, las lecciones tempranas de natación pueden evitar accidentes fatales. Incluso a los bebés más pequeños se les puede enseñar habilidades de natación como flotar sobre sus espaldas. Incluso cuando su hijo ya haya hecho clases de natación, debe ser supervisado en todo momento mientras está en el agua.
3. La natación puede mejorar la confianza.
La mayoría de las clases infantiles de natación incluyen contacto y comunicación con los padres o cuidadores. Estos elementos de interacción sumados a la diversión de aprender una nueva habilidad pueden aumentar la autoestima de su hijo.
Un estudio de 2010 sugirió que los niños que habían recibido clases de natación desde los 2 meses a los 4 años, se adaptaban mejor a las situaciones nuevas, presentaban mayor auto confianza y eran más independientes que los que no lo habían hecho.
Un estudio posterior reforzó estos hallazgos, demostrando que un programa escolar que incluía natación estaba asociado con:
• Mayor auto control
• Un fuerte deseo de triunfar
• Mejor autoestima
• Más comodidad en situaciones sociales
La natación estimula a su hijo en la salud mental y emocional ya que la flotabilidad natural en el agua resulta más relajante que otros tipos de ejercicio. Además, se descubrió que en el agua las personas tienden a hacer ejercicio por períodos más largos. La natación permite un gran alivio del estrés, despeja la mente, proporciona rutina y fomenta un estilo de vida equilibrado. Científicamente, se ha demostrado que la natación aumenta la generación de endorfinas (y otras sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo) en el cerebro.
Con cada brazada, los niños desarrollarán mayor confianza en sí mismos y aumentará la sensación de logro. Aprender a nadar también ayudará a su hijo a aprender a establecer metas y perseverar hasta que haya alcanzado los objetivos. La natación también es un excelente medio para demostrarle a su hijo lo que se puede lograr con dedicación y práctica regular.
4. Genera tiempo de calidad con los padres en una actividad divertida.
Incluso si tiene más de un hijo, las clases de natación que involucran a los padres en el agua, promueven la vinculación parental. Durante una clase, tú y tu pequeño se centran el uno en el otro, lo cual es una forma maravillosa de pasar tiempo de calidad juntos.
Muchos niños disfrutan chapoteando, ya sea en un baño, una piscina o en el mar. Al asistir a una piscina cercana, toda la familia estará feliz de divertirse y disfrutar en el mundo acuático.
5. Contribuye al desarrollo muscular y mejora la salud.
El deporte ayuda a promover el desarrollo y control muscular en una edad temprana. Los más pequeños necesitarán desarrollar los músculos para sostener sus cabezas y trabajar con su tronco en coordinación con el resto del cuerpo. Además, el movimiento de las articulaciones y la flexibilidad se ven beneficiados. La natación también es excelente para la salud cardiovascular y ayudará a fortalecer el corazón, los pulmones, el cerebro y los vasos sanguíneos. Además, la actividad física ayuda a regular y establecer patrones de alimentación y sueño saludables.
La natación es un excelente ejercicio que desarrolla la fuerza, mejora la salud, aumenta la resistencia e incluso mejora el equilibrio, la coordinación y las posturas. Por si esto fuera poco, también ayuda a fortalecer el sistema inmune y es muy recomendable para asmas y alergias. Además, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, es una forma muy efectiva de prevenir la obesidad infantil, la cual está relacionada con la diabetes juvenil. La natación también ejerce menos presión sobre las articulaciones y los tejidos conectivos que otras formas de ejercicio.
En resumen, el deporte en general y la natación en particular abren un mundo de oportunidades para que tus hijos generen hábitos de vida saludables. Con esta actividad deportiva y social podrán adquirir habilidades que les serán muy útiles en el resto de sus vidas como adultos.
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